Es posible mejorar el aislamiento de una vivienda existente

¿Es posible mejorar el aislamiento de una vivienda existente?

La respuesta es un rotundo. Mejorar el aislamiento térmico de una vivienda ya construida no solo es posible, sino que es una de las inversiones más inteligentes que un propietario puede hacer. La pregunta sobre si se puede optimizar una casa para que sea más confortable y eficiente resuena con fuerza entre propietarios de toda España, especialmente en zonas con inviernos fríos y veranos calurosos.

Por ello, la demanda de servicios de aislamientos Palencia, León, San Andrés del Rabanedo, Villaquilambre, entre otras poblaciones, no ha dejado de crecer, ya que los beneficios van mucho más allá de sentir menos frío en enero. Un buen aislamiento se traduce directamente en un mayor confort, un significativo ahorro energético y un hogar más saludable y sostenible.

¿Por qué es crucial mejorar el aislamiento térmico?

Antes de explorar las soluciones, es fundamental entender el impacto que tiene un aislamiento deficiente. Una vivienda mal aislada es como un colador energético: en invierno, el calor generado por la calefacción se escapa por paredes, techos y ventanas; en verano, el calor exterior penetra sin piedad, obligando al aire acondicionado a trabajar a pleno rendimiento.

Esto se traduce en:

  • Facturas energéticas elevadas: Gran parte del dinero que gastas en climatización se desperdicia.
  • Bajo confort térmico: Zonas frías, corrientes de aire y una sensación térmica desagradable tanto en invierno como en verano.
  • Problemas de humedades: Las superficies frías pueden generar condensación, lo que a su vez provoca la aparición de moho, perjudicial para la salud y la estructura del edificio.
  • Impacto medioambiental: Un mayor consumo de energía implica una mayor huella de carbono.
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Principales soluciones para aislar una vivienda ya construida

Afortunadamente, la tecnología y los materiales actuales ofrecen múltiples soluciones adaptadas a cada necesidad y presupuesto, muchas de ellas sin necesidad de realizar obras faraónicas.

Aislamiento de muros y fachadas

Las paredes suelen ser el principal punto de fuga de energía. Existen tres métodos principales para aislarlas:

  1. Aislamiento por el exterior (SATE): El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior consiste en adherir planchas de material aislante a la fachada y cubrirlas con un revestimiento. Es la solución más eficaz, ya que elimina por completo los puentes térmicos, protege la fachada y renueva su estética.
  2. Aislamiento por el interior (Trasdosado): Se instalan paneles aislantes en el interior de las paredes. Es una opción ideal cuando no se puede actuar por el exterior (por ejemplo, en pisos o edificios protegidos). Su principal desventaja es que reduce ligeramente el espacio útil de las habitaciones.
  3. Inyección en la cámara de aire: Dentro de las opciones para muros, una de las más demandadas por su excelente relación eficacia-precio y su mínima obra es la inyección en la cámara de aire. De hecho, el aislamiento insuflado Palencia, La Bañeza, Bembibre, Oviedo, entre otras ciudades,… se ha consolidado como una solución estrella, ya que consiste en rellenar el hueco existente entre el tabique interior y el muro exterior con materiales como celulosa, lana de roca o perlas de EPS con grafito. Es un proceso rápido, limpio y muy efectivo.

El punto débil: ventanas, puertas y persianas

De nada sirve tener unas paredes perfectamente aisladas si el calor se sigue escapando por las ventanas. Cambiar las carpinterías antiguas por unas nuevas con doble o triple acristalamiento y marcos con rotura de puente térmico (RPT) puede reducir drásticamente las pérdidas energéticas. Para presupuestos más ajustados, instalar burletes en puertas y ventanas o mejorar el aislamiento de los cajones de persiana, un gran olvidado, puede suponer una mejora notable.

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Techos, cubiertas y suelos

El aire caliente tiende a subir, por lo que aislar el techo o la cubierta es fundamental. En desvanes no habitables, la solución es tan sencilla como extender mantas o paneles de material aislante sobre el suelo del mismo. En cubiertas planas o inclinadas, se pueden aplicar soluciones similares a las de las fachadas. No hay que olvidar los suelos, especialmente los que están sobre garajes, sótanos o locales no calefactados.

Aspectos a considerar antes de empezar

Antes de tomar una decisión, es importante tener en cuenta varios factores. Existen materiales ecológicos como la celulosa, el corcho o la fibra de madera, que son una excelente alternativa sostenible. Además, el presupuesto determinará el alcance de la actuación.

Sin embargo, el paso más importante es buscar asesoramiento profesional. Un técnico cualificado realizará un diagnóstico preciso de tu vivienda, identificando los puntos débiles y recomendando la solución más adecuada para tus necesidades y las características del inmueble. Esta evaluación inicial es clave para garantizar que la inversión se traduzca en un resultado óptimo.

En definitiva, mejorar el aislamiento de tu casa es una decisión que repercute positivamente en tu bolsillo, tu confort y el planeta. Es una inversión que se amortiza con el tiempo y que transforma por completo la experiencia de vivir en tu hogar.